A veces los bienes vuelven solos
A pesar de ser primeros de septiembre caía un sol de justicia a mitad de tarde, cuando enfilamos la carretera A-224 que va de Híjar a Escatrón.
Frente a nosotros se iba mostrando el valle que va abriendo el río Martín en su búsqueda del Ebro cuando, así de pronto, se comenzó a divisar un enorme edificio en la ladera de uno de los montes. Con el sol dándole de plano, todavía parecía mayor, como si fuera un gigante de piedra que vigilara que las aguas del río fluyeran sin problemas.
Conforme íbamos avanzando, bajo esta magna construcción se empezaban a vislumbrar unos tejados, y bajo los tejados unas casitas, pequeñas en comparación con la Iglesia del Salvador.
Llegamos a Samper de Calanda y lo primero fue asomarnos al mirador de la plaza de la iglesia; lo segundo, dar una vuelta a la par que protegernos del implacable sol con la frescura de la sombra de sus calles.
En alguna de estas calles se pueden ver lo que se conoce como "Capillas Abiertas", y que son típicas del Bajo Aragón Histórico. Estas "Capillas Abiertas" son antiguas puertas de acceso a la población a las que en los siglos XVII y XVIII se les añadió una pequeña capilla con distintos santos a los que los vecinos de la villa se encomendaban para que les protegieran.
Otra de las cosas que no faltan en Samper de Calanda son ermitas por sus alrededores, destacando la de Santa Quiteria, patrona del pueblo. A ella se puede llegar en coche, y es un excelente mirador no sólo del pueblo sino de la vega del Martín y, abrazándolo todo, la paramera y los montes de secano.
No es de extrañar que hayan hecho a Santa Quiteria (a quien se le atribuyen sanaciones relacionadas con la rabia pues los perros siempre se calmaban en su presencia), patrona de Samper de Calanda, pues parece ser que no se quiere ir del pueblo. Dos veces la robaron y se la llevaron, y dos veces que volvió a casa.
Esta historia es común en varios pueblos de Aragón, como la de la Virgen de Magallón, que está en Leciñena. Pero como esto es de la provincia de Zaragoza, que algún otro cuente la historia. Nosotros vamos a seguir con esta señora y los hechos que acontecieron en Samper, que tratan de perros, de pastores, de envidias... Hechos a los que algunos han bautizado como "La romería de los rabiosos":
He aquí una santa con un par. Que, aunque se le llevasen, siempre volvía a casa. Si pasara lo mismo con el resto de santos y con el resto de cosas, nos ahorraríamos un montón de burocracia. Eso sí, habría un gran caos de tráfico provincial, nacional e internacional durante una buena temporada.
A pesar de ser primeros de septiembre caía un sol de justicia a mitad de tarde, cuando enfilamos la carretera A-224 que va de Híjar a Escatrón.
Frente a nosotros se iba mostrando el valle que va abriendo el río Martín en su búsqueda del Ebro cuando, así de pronto, se comenzó a divisar un enorme edificio en la ladera de uno de los montes. Con el sol dándole de plano, todavía parecía mayor, como si fuera un gigante de piedra que vigilara que las aguas del río fluyeran sin problemas.
Conforme íbamos avanzando, bajo esta magna construcción se empezaban a vislumbrar unos tejados, y bajo los tejados unas casitas, pequeñas en comparación con la Iglesia del Salvador.
Llegamos a Samper de Calanda y lo primero fue asomarnos al mirador de la plaza de la iglesia; lo segundo, dar una vuelta a la par que protegernos del implacable sol con la frescura de la sombra de sus calles.
En alguna de estas calles se pueden ver lo que se conoce como "Capillas Abiertas", y que son típicas del Bajo Aragón Histórico. Estas "Capillas Abiertas" son antiguas puertas de acceso a la población a las que en los siglos XVII y XVIII se les añadió una pequeña capilla con distintos santos a los que los vecinos de la villa se encomendaban para que les protegieran.
Otra de las cosas que no faltan en Samper de Calanda son ermitas por sus alrededores, destacando la de Santa Quiteria, patrona del pueblo. A ella se puede llegar en coche, y es un excelente mirador no sólo del pueblo sino de la vega del Martín y, abrazándolo todo, la paramera y los montes de secano.
No es de extrañar que hayan hecho a Santa Quiteria (a quien se le atribuyen sanaciones relacionadas con la rabia pues los perros siempre se calmaban en su presencia), patrona de Samper de Calanda, pues parece ser que no se quiere ir del pueblo. Dos veces la robaron y se la llevaron, y dos veces que volvió a casa.
Esta historia es común en varios pueblos de Aragón, como la de la Virgen de Magallón, que está en Leciñena. Pero como esto es de la provincia de Zaragoza, que algún otro cuente la historia. Nosotros vamos a seguir con esta señora y los hechos que acontecieron en Samper, que tratan de perros, de pastores, de envidias... Hechos a los que algunos han bautizado como "La romería de los rabiosos":
Cuenta la historia que a un pastorcillo de Samper le mordió un perro, contagiándole la rabia. Cuando el pobre pastor se dio cuenta del mal que padecía, se retiró al monte a esperar la muerte, mientras se encomendaba a Santa Quiteria.Bueno, bueno... todo hay que decirlo, y es que esta romería no se hace por venganza de un acto de mala fe, sino que cada Lunes de Pascua Samper cede voluntariamente su soberanía a Híjar (esto es, el alcalde es el alcalde de Híjar) para que, aunque sólo sea por un día, los hijaranos puedan ostentar la propiedad de la imagen y, así, venerarla.
Tal era su fervor, que la santa se apiadó de él y, apareciéndosele sobre una peña, al pie de la cual brota una fuente, curó al pastorcillo.
El milagro corrió por todas partes, y todas las personas afectadas por la rabia acudían a postrarse ante la imagen, con la esperanza de que Santa Quitera les sanase de su enfermedad. Y se produjeron muchas curaciones.
Pero he aquí que los del vecino pueblo de Híjar sintieron celos, llegando al punto de robar la imagen de la santa para colocarla en su ermita de San Blas. Sin embargo, a la mañana siguiente comprobaron con estupor que la imagen de Santa Quiteria no estaba; había regresado por sí misma a Samper.
Los de Híjar no se dieron por vencidos y pasado un tiempo volvieron a cometer el robo. Pero nuevamente se repitió el suceso de la vez anterior, y la santa regresó otra vez a Samper.
Como desagravio, todos los años los vecinos de Híjar van en romería a la ermita de Santa Quiteria, en Samper de Calanda.
He aquí una santa con un par. Que, aunque se le llevasen, siempre volvía a casa. Si pasara lo mismo con el resto de santos y con el resto de cosas, nos ahorraríamos un montón de burocracia. Eso sí, habría un gran caos de tráfico provincial, nacional e internacional durante una buena temporada.
8 comentarios:
Hola, Alberto. Es muy interesante tu blog. Yo voy desde niña a La Portellada, mi abuela era de Fuentespalda (por cierto, creo que no has estado todavía) y me gusta conocer cosas de Teruel. Gracias por tu aportación !!
Aún no he escrito nada de Fuentespalda, pero no te preocupes que el Matarraña lo conozco muy bien. Dadme un poco de tiempo para escribir...
jajaja... conozco la leyenda de santa quiteria desde la niñez, no me rio precisamente de ella. el final sí que me ha parecido tierno, simpatico, cierto y contundente. saludos,lectora
Hola!!! Me ha encantado el blog!!!! Mi familia y o somos muy aficionados a visitar pueblos los fines de semana, nos encanta conocer Teruel, yo soy de un pueblo muy majo, de Gargallo, te invito cuando quieras a visitarlo!!!!!!!!!!
Hola, Elenika. Gracias por los halagos.
La verdad es que todavía no he estado en Gargallo, y eso que no está muy lejos de Utrillas. El que sí que conozco bastante bien es Estercuel, que lo tenéis al lado.
Gracias por la invitación.
Estamos a 2012 y primer lunes de pascuas(9 abril)y así todos los años el alcalde de Hijar será recibido por el alcalde samper en al entrada del pueblo de samper y le entregará la vara de mando, ese día el alcalde de Hijar lo será también de Samper, juntos subirán hasta la ermita de Santa Quiteria, y todos comeremos chocolate y torta. Para los samperinos es el dia de los hijaranos y todos son bien recibidos.
Pues hala, a pasarlo bien...
Muy bueno tu blog. 👍
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