viernes, 22 de mayo de 2009

Albarracín (Sierra de Albarracín)

La torre de Doña Blanca
Al atardecer, el bello conjunto amurallado de Albarracín se llena con las últimas luces del día, que recorren sus calles medievales recreando un escenario de misterio, de pasado, de historia y de leyendas.
Como la de Doña Blanca que, aunque sabida, siempre está bien recordarla:

"Ante los odios de su cuñada la reina, la Infanta aragonesa Doña Blanca huyó hacia Castilla, deteniéndose en Albarracín. Allí la acogieron los Azagra, señores de la ciudad, con aparente afecto.
Sin embargo, pasó el tiempo y no se volvió a ver ni saber nada de la gentil Infanta, y entre la gente comenzó a correrse la voz de que, en realidad, el señor de Albarracín la había encerrado en una torre y ella había muerto de pena.
Desde entonces, en las noches de luna llena puede verse bajar desde la torre al río Guadalaviar la blanquísima sombra de Doña Blanca. Allí se baña y desaparece luego. Hasta el siguiente plenilunio."

Seguro que, en nuestra siguiente visita a Albarracín, el atardecer nos pillará con la vista fija en su torre defensiva. En la torre de Doña Blanca.

Más sobre Albarracín en: http://www.albarracin.org/

Abejuela (Gúdar - Javalambre)

En un lugar muy muy al sur... (De romanos y abejas)
El municipio situado más al sur de Aragón (en la provincia de Teruel, lógicamente) se llama Abejuela.
Está tan al sur, que para ir a Teruel hay que salirse de la provincia, p
ues la sierra de Javalambre hace de barrera de separación difícilmente franqueable.
Pero, aunque pequeño, este pueblo está repleto de historia. Desde íberos y romanos (que edificaron allí una pequeña fortaleza a la que llamaron Abexuela) hasta casi nuestros días (como punto estratégico en la Guerra Civil), por Abejuela han pasado musulmanes (s. XI), las tropas cristianas del Cid y, ahora, todo aquél que quiera conocer un pueblo con un entorno curioso y un casco urbano repleto de sorpresas (recomiendo dejar el coche a la entrada del pueblo, a la altura de la parada del bus, donde parece que no hay nada, y acercarse andando para ir descubriéndolo poco a poco)
.
Supongo que, por similitud fonética, la antigua fortaleza romana que dio nombre al pueblo le ha dado como símbolo una abeja forjada en hierro en lo alto de una veleta.
Podéis consultar mucha más información en la interesante página web del pueblo: http://www.ayuntamientodeabejuela.com


jueves, 21 de mayo de 2009

Segura de Baños (Cuencas Mineras)

Los Baños de Segura
Al parecer, hace ya mucho tiempo, habitó un ermitaño franciscano en una de las cuevas próximas el cauce del río Aguasvivas. El P. Selleres, que así se llamaba el ermitaño, fue quien descubrió las propiedades curativas de las aguas de estos manantiales y, en 1710, se levantó en el lugar una capilla en honor a la Virgen del Carmen, lo que atrajo gran número de enfermos con la esperanza de que las aguas milagrosas les curaran.
Así las cosas, a mitad del siglo XVIII ya se habían canalizado las aguas, construido bañeras y edificado una hospedería. No es de extrañar, pues, que a principios del siglo XIX el lugar ya fuera punto de destino de multitud de personas, incluidas gentes de la realeza.
Sin embargo, las desgracias parecen perseguir a este balneario: en 1913 y 1919, dos avenidas de agua que arrastraron material de la carretera (que se estaba construyendo en aquél entonces) destruyeron todos los edificios. Pero el balneario se reconstruyó, y entre 1949 y 1986 continuó su actividad de forma ininterrumpida.
Y en invierno de 1986, época del año en que el balneario debía tener cerradas sus puertas, unos vándalos destalentados lo saqueraon llevándolo a la ruina que, ayudada por el paso del tiempo y la dejadez, podemos contemplar tristemente hoy día.
Actualmente (año 2009) se ha puesto en marcha un proyecto de recuperación del balneario. Esperemos que pronto vuelva a recuperar el esplendor de otras épocas. Sus aguas se lo merecen.

viernes, 8 de mayo de 2009

Aliaga (Cuencas Mineras)

La Clara
En Aliaga, aparte de existir el Primer Parque Geológico de España y tener estructuras geológicas únicas en el mundo, existen un montón de rincones preciosos y fácilmente accesibles que nos sorprenderán gratamente.
Uno de ellos es La Clara, una espectacular cascada escondida que, ahora que comienza a llegar el calor, nos ofrecerá un final de paseo ciertamente refrescante.
Para llegar allí, tomaremos desde Aliaga la carretera que lleva a Villarroya de los Pinares por Miravete de la Sierra. En el margen derecho de la carretera, a escasos 5 min. en coche desde que salimos del pueblo, veremos la indicación de dónde parte el camino (además, hay espacio para dejar el vehículo bien aparcado).
La senda no tiene pérdida y, tras unos 30 min. de agradable paseo, nos sorprenderá una de las cascadas más bonitas y espectaculares de Aliaga, donde si el tiempo acompaña nos podremos dar un baño.
Esta y otras excursiones "familiares" y enormemente gratificantes las tenéis en la web del Parque Geológico de Aliaga (www.parquegeologicoaliaga.com).