Es para ir
Cuando vayáis a Seno, procurad que sea por la carretera que va desde Molinos. De esta forma, el camino por la paramera os envolverá en la inmensidad y el misterio del Maestrazgo, a unos 1.000 metros de altitud (aunque no lo parezca).
Y, llegado el momento, cuando la llanura comienza a caer en picado, abajo, allá abajo, veréis un conjunto de casas que, discretamente, se metamorfosean con el paisaje, pareciendo que siempre han estado ahí.
El desvío de la carretera "principal" para llegar a Seno nos garantiza que es un pueblo de final de carretera, donde por sus calles pueden correr los críos sin temor a que se los lleve un trailer o un autobús.
Pasado un muestrario de colores arcillosos que parece un minúsculo Landmannalaugar islandés, llegamos a un arreglado Seno. Este pueblo, mal enmarcado administrativamente en la Comarca del Bajo Aragón, sigue siendo un pueblo de los de antes, tranquilo, con huertas a todas caras, una curiosa fachada de iglesia y un lavadero bastante desvencijado.
Si la suerte está con vosotros y ha caído alguna tormenta, seguid el curso de agua que va al lavadero, y un entramado de raíces y unas pequeñas cascadas os acompañarán por un excelente mirador de las puertas del Maestrazgo.
Cuando vayáis a Seno, procurad que sea por la carretera que va desde Molinos. De esta forma, el camino por la paramera os envolverá en la inmensidad y el misterio del Maestrazgo, a unos 1.000 metros de altitud (aunque no lo parezca).
Y, llegado el momento, cuando la llanura comienza a caer en picado, abajo, allá abajo, veréis un conjunto de casas que, discretamente, se metamorfosean con el paisaje, pareciendo que siempre han estado ahí.
El desvío de la carretera "principal" para llegar a Seno nos garantiza que es un pueblo de final de carretera, donde por sus calles pueden correr los críos sin temor a que se los lleve un trailer o un autobús.
Pasado un muestrario de colores arcillosos que parece un minúsculo Landmannalaugar islandés, llegamos a un arreglado Seno. Este pueblo, mal enmarcado administrativamente en la Comarca del Bajo Aragón, sigue siendo un pueblo de los de antes, tranquilo, con huertas a todas caras, una curiosa fachada de iglesia y un lavadero bastante desvencijado.
Si la suerte está con vosotros y ha caído alguna tormenta, seguid el curso de agua que va al lavadero, y un entramado de raíces y unas pequeñas cascadas os acompañarán por un excelente mirador de las puertas del Maestrazgo.
1 comentario:
Bonita reseña de Seno. Es mi pueblo, ahí he pasado veranos y veranos, y ahora, por lo que comentas, lo hacen mis hijos... Te he añadido en mi BLOG, como link destacado: http://smartinezh.blogspot.com
Un cordial saludo!
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