martes, 7 de julio de 2009

Pitarque (Maestrazgo)

Un paseo hasta donde no nace el río
Ir a Pitarque es como meterse en una película de aventuras. Al poco de pasar el puente que sale de la carretera nacional, el coche se mete en un estrecho de paredes verticales impresionantes. El estrecho se va haciendo más estrecho y, cuando parece que ya te va a chafar, se abre de repente dando paso a una vasta extensión de campos de cultivo. De película, repito.
El coche hay que dejarlo en la plaza de la entrada. Desde ahí sale el agradable camino que nos lleva al nacimiento del río Pitarque. A estas alturas, el camino ya está trillado. Es un paseo no muy largo y que se puede hacer con críos (con críos que anden, claro), pues se lo van a pasar teta, casi todo el rato al lado del agua.
A mitad de camino más o menos nos toparemos con una ermita-merendero y, siguiendo un ratico más, se nos acabará el camino pues ya nos topamos con el río.
De la pared de enfrente sale una surgencia de agua, un buen chorro. Es lo que llaman "el nacimiento del río Pitarque", aunque la denominación no es exacta pues el río a estas alturas ya baja con un buen caudal (de lo que se deduce que nace en otro sitio). De todas formas, el lugar es una pasada. Y, si nos atrevemos (y podemos) pasar al otro lado, podemos llegar hasta la surgencia misma, y hacernos la tradicional foto de turista.
Pitarque es un pueblo pequeño, muy pequeño, pero que en la misma plaza donde hemos dejado el coche tiene un bar con mesas en la terraza (en la propia plaza, vamos), cosa que se agradece sobremanera a la vuelta del paseo.

Observación para "machacas": Poco antes de llegar al nacimiento del Pitarque, sale un desvío a mano derecha (está señalizado) que sube al collado, atraviesa parte del Parque Geológico y nos baja al pueblo de Aliaga, ya en las Cuencas Mineras. Es también una buena excursión, siempre y cuando nos vengan a buscar a Aliaga en coche.


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