martes, 15 de enero de 2013

Santolea (Maestrazgo)

Pueblos deshabitados
Que me encantan los pueblos pequeños no es ningún secreto. Patear las calles, hablar con la gente (si te la encuentras), dar vuelta por los alrededores si hay tiempo... sin embargo, cuando llego a un pueblo deshabitado, o abandonado, se me cae el alma al suelo. Las calles llenas de maleza, los tejados medio caídos o caídos del todo, las casas vacías por dentro... son motivo para intentar imaginar qué pasó, qué causó que los campos ya no se cultiven y que tras las puertas desvencijadas de las casas no espere nadie. Imaginar también cómo debió ser la vida de las personas que mantenían esas casas calientes en invierno, que daban de comer a las bestias y que prácticamente de sol a sol trabajaban en los campos, en las minas, en los montes con el ganado...
Estas escenas, por desgracia muy comunes en la provincia de Huesca, son muy escasas en la provincia de Teruel (crucemos los dedos).
De hecho, el único pueblo deshabitado de Teruel que conozco a fecha de hoy es Santolea, junto al pantano que lleva su nombre. Si alguien conoce algún otro en estas circunstancias, le agradecería que me lo dijera.
Santolea es un pequeño pueblo que vivió con ilusión y esperanza la apertura del túnel de Castellote y la construcción del pantano, aunque esto último acabó siendo su perdición. No voy a contar la historia de este pueblo porque es algo que ya ha hecho alguien: la gente que nació y vivió en él, y que tenéis en http://www.santolea.es/ConocerSantolea.htm. Os recomiendo leerla porque es sumamente interesante.
¿Deshabitado y abandonado?. Tal vez. ¿Olvidado?. Seguro que no.




lunes, 14 de enero de 2013

Torrelacárcel (Comunidad de Teruel)

Agipe
Tras un intento fallido de subir al Pico Palomera, y del que tal vez escriba en otro momento, nos plantamos en Torrelacárcel, pueblo que debe su nombre a una torre situada junto a la iglesia parroquial, y que en tiempos realizó las funciones de cárcel.
Llegamos a una de esas horas importantes en el día a día de los pueblos pequeños: cuando el panadero, tras recorrer rápidamente el pueblo a base de bocinazos, abre las puertas de su furgoneta para congregar en ese punto a gran parte de los habitantes, mayoritariamente mujeres, que no tardan en empezar a ponerse al día.
Tras las indicaciones de una señora, tomamos una pista rumbo a Sierra Palomera y, pasada la caseta del Charco (que es para verla), dimos con el agipe.
Nunca había oído esta palabra, y quiero pensar que se trata de un localismo de esta zona para referirse a lo que comúnmente se conoce como "aljibe", es decir, un lugar donde se almacena agua de lluvia o de corrientes subterráneas para un posterior uso. En este caso, y dada su ubicación, todo parece indicar que la finalidad principal de este aljibe era (es) su uso agrario.
El caso es que me encantó este desconocido vocablo, lo eché al morral de palabras y expresiones aragonesas, y nos fuimos a Calamocha a por un jamón.