domingo, 30 de noviembre de 2014

Santa Cruz de Nogueras (Jiloca)

Haciéndome cruces
Nos encontramos en Santa Cruz de Nogueras, pequeño municipio de apenas 40 habitantes, al pie de la sierra de Cucalón y junto al río Cámaras.
La carretera separa el núcleo urbano de la ermita de San Bartolomé, del s. XVIII, aunque tras la restauración ya parece del s. XXI. En el casco urbano, la torre de ladrillo de su iglesia se eleva hacia lo alto haciendo gala de su juventud, ya que fue reconstruida tras su destrucción en 1936.
Sin embargo, lo que nos hizo parar fue uno de esos fogonazos que a veces te llegan a los ojos y que hacen preguntarte: ¿lo habré leído bien?. En este caso fue el cartel de entrada al pueblo, que no deja de ser como el de cualquier otro pueblo: cosas que ver, servicios… Pero aquí sorprendió conocer el nombre (¿la advocación?) de su iglesia: “Iglesia de la Invención de la Santa Cruz”.
Esto hace plantearse varias preguntas:
  • Las cruces donde crucificaban a los santos, ¿no son santas, pues?.
  • De todas las cruces que se fabricaban en el Imperio Romano, ¿las santas se fabricaban en Teruel?. Es más, ¿tenían algún formato específico?.
Estas y otras extrañas preguntas afloraron rápidamente, pero como estábamos pendientes de llegar a la hora para comernos un cordero al horno en una localidad cercana, pues tuve que abandonar pueblo y preguntas por el momento.
Y ahora, días después del hecho que nos ocupa, este no-cristiano puede ya autocontestarse, pedir humildemente perdón si alguien se ha sentido ofendido por las dudas anteriores, y compartir con todo aquél que quiera leerlo el resultado de las pesquisas sobre tan curioso nombre de iglesia. Queda así la cosa:
  • La Santa Cruz es la cruz en la que se cree que murió Jesús, y que también se conoce como Vera Cruz. Así pues, las cruces donde murieron los santos y demás acólitos de Jesús, incluido el padre de éste, no eran santas (o, por lo menos, no tan santas, lo cual induce a cierta gradación de la santidad de algo).
  • Hacia el año 326, a la emperatriz Elena de Constantinopla, a sus ochenta años, le dio por buscar la famosa cruz y, a través de métodos cuestionables, acabó encontrándola, conociéndose este hecho como “La Invención de la Santa Cruz”. Así pues, la “invención” de la Santa Cruz fue, en realidad, un hallazgo, un descubrimiento de algo que ya existía. La rueda y la gaseosa, en cambio, sí que fueron inventos.
  • Tras una serie de accidentados viajes, esta cruz acabó en Jerusalén y, en época de las Cruzadas, todo el que iba a dar espadazos a Tierra Santa quería traerse de recuerdo un trozo de esta cruz. Y vaya si se los trajeron: con todos los trozos del santo madero que hay hoy día repartidos por las iglesias, ermitas y demás lugares santos de Europa, Hispanoamérica y resto del mundo cristiano, se pueden hacer varios bosques.
Hala pues, con esto ya me quedo más contento, con mis dudas despejadas, y así la próxima vez que vea una iglesia con un nombre como el de ésta de Santa Cruz de Nogueras, al menos ya sabré de qué va la historia.