Un detalle para con el cartero
Antes de llegar, desde la poco transitada carretera que en tiempos fuera el acceso directo a Castellote, ya se ve Dos Torres de Mercader, en una plana del barranco que lo separa de las aguas del embalse de Santolea. Desde la TE-V-8101 sale el desvío hacia el pueblo, por una carretera aún más "vecinal". No hay problemas para aparcar la furgoneta.
Este pequeño pueblo sólo tiene un par de calles, por lo que en teoría se visita pronto. Sin embargo, bastantes detalles como hornacinas, la iglesia, las casas de adobe, el ayuntamiento con un gran reloj de sol y lonja... y, en el extremo del pueblo, fuera ya de las calles asfaltadas, unas ruinas de lo que en tiempos debió ser un gran edificio, hace que perdamos el tiempo indagando por el lugar, preguntándonos qué podría ser: si una abadía, un convento, una ermita más grande de lo normal... el caso es que, como tampoco vimos a nadie (salvo a un señor, a lo lejos, que estaba en el huerto a lo suyo), a nadie pudimos preguntar, y con esa duda nos quedamos.
Volvíamos por la otra calle cuando de pronto, algo escondido tras una esquina, un ruido de agua nos hizo descubrir un bello rincón: un agradable y restaurado lavadero con techumbre de vigas de madera y palos donde tender la colada. Sitio precioso y fresco que tenía pinta de ser lugar de reunión en días calurosos, pues su cuidado por parte de los vecinos incluía verdes plantas que se notaba tiraban bien.
Marchamos pues la hora ya era avanzada, y nos quedamos con la duda de qué tipo de edificio serían las ruinas que vimos. Yo, además, me quedé con el gusanillo del original nombre del pueblo, así que antes de escribir estas líneas indagué un poco. Y esto fue lo que me encontré:
En un principio, el pueblo se llamaba Las Dos Torres, posiblemente debido a la existencia de dos torres de carácter militar y/o de vigilancia, que nosotros no vimos, y que nada tiene que ver con los hobbits ni con El Señor de los Anillos.Posteriormente, debido a algún tipo de recorte de esos de comerse las letras y las palabras (tan aragonés), se denominó simplemente Dos Torres. Tiempos postreros trajeron un problema con este nombre: en otras provincias (p.e., Córdoba) había pueblos con el mismo nombre, lo que suponía un engorro a la hora de la distribución de la correspondencia (no sé qué volumen de correo tendrían aquí a principios del siglo XX, pero imagino que no mucho). Así que un buen día el señor D. Manuel Portolés Guillén, más conocido como el Maestro Portolés por ser el maestro del pueblo, solicitó un cambio de nombre, cosa que le fue concedida en 1916, pasando a llamarse el pueblo desde el día 27 de junio de ese año Dos Torres de Mercader.
Lo que ya no he podido averiguar es por qué a este hombre se le ocurrió lo de "Mercader" y no cualquier otra cosa... con la de palabras que hay.
8 comentarios:
Me encanta Teruel, es una provincia preciosa, mi mujer es de ahí y ha sido un descubrimiento
Gracias por el comentario, Dani. Yo siempre he dicho que Los Pirineos son bonitos, pero Teruel es, además de bonito, sorprendente.
Yo veraneo allí. El edificio que viste era la casa de los señores, que luego pasó a ser el lugar donde el pastor guardaba las ovejas. Por cierto, en verano aquello se llena de gente.
(y no viste lo mejor, los baños)
Jo, pues menuda casa tenían los señores... eso sí, las ovejas que la ocuparon luego no se podrían quejar de nada :-)
Gracias por el comentario.
Hola soy nacido en Dos Torres, me alegre mucho al ver que alguien visita y escribe sobre este pueblo tan pequeño, pero no olvidado.
Comentar que los restos de edificio que viste fuera del casco urbano son de lo que queda de un calvario.
Decir también que como dice Amonímo Los Baños es de lo mejorcico que tenemos, y menos visitado.
Es un paraje natural por el que discurre el Barranco, tiene pocas para refrescarnos, pequeños saltos de agua y un manantial.
Tan solo esta a un par de kilometros, por un sendero bien marcado, que sale desde el lavadero.
Comentar que al fondo de Los Baños estamos equipando una pequeña vía ferrata, así como vías de escalada.
Gracias por tu aportación, Ernesto. Jo, entonces ya sólo os va a faltar arreglar un poco más la carretera :-)
Hace poco yo, he descubierto buscando mis raíces que mi tatarabuela nació en dos torres. Tengo que ir a visitar ese pueblo para seguí descubriendo raices
Yo estuve de Maestra en Dos Torres de Mercader, el año 1969,con 18 años fue mi primer destino y tengo un recuerdo imborrable de mi estancia allí. Fue un año estupendo, la gente muy acogedora y los chiquillos estupendos, fui a todos los mata cerdos con Mosen Valero, el párroco, la gente maravillosa y mi patrona Marina, Francisco y su hijo Tomás me hicieron sentir como en casa . Sólo tengo palabras de agradecimiento para todo el pueblo.el día 11de mayo hay un encuentro de maestras y alumnos. Iré.
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