Los ojos del Jiloca
Si bien Monreal del Campo es conocido, principalmente, por su relación con el mundo del azafrán y por la exquisita elaboración de productos derivados del cerdo (bendito animal), no hay que pasar por alto una pequeña joya de gran interés paisajístico y natural, y a la que merece la pena acercarse: "Los ojos de Monreal".
El acceso es desde el propio casco urbano. Nada más pasar el puente, viniendo desde la antigua carretera Teruel-Zaragoza, se tira por la calle de la izquierda (calle Rocasolano). El trayecto es para hacerlo en coche y sin correr, pues a mano izquierda iremos contemplando las huertas que riegan las aguas del Jiloca. Como a unos dos kilómetros nos encontramos con un panel informativo y un área recreativa junto a unas canalizaciones por las que durante años ha estado pasando un agua cristalina: son los ojos de Monreal, el manantial más caudaloso del valle del Jiloca. Tanto es así, que se dice que es aquí donde nace el río Jiloca.
Justo donde se aparca el coche arranca una senda que, en un corto recorrido, nos da una vuelta por este caudaloso humedal, entre un interesante patrimonio hidráulico destinado a canalizar su preciadas aguas. El denso carrizal que abarrota la zona inundada nos acompaña durante todo el camino, junto con chopos, sauces y otras especies vegetales.
En definitiva, un interesante espacio natural al que merece la pena acercarse.
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