He estado en Molinos un par de veces y, como casi siempre sucede, la primera es la que más me sorprendió.
Perdido del mundo, perdido en Teruel, un poco alejado de la carretera "principal" (que ya no entra en su casco urbano), Molinos se emplaza entre barrancos, en una vertiente del río Guadalopillo. Una buena vista del conjunto la tendremos desde la parte alta del pueblo, desde la torre-campanario.
Merece la pena darse una vuelta, sin prisas (como siempre), por sus calles en tiempo calatravas, y seguir las aguas del arroyo de San Nicolás, que discurre por en medio del pueblo, hasta el puente donde su curso se interrumpe bruscamente para caer al vacío en una impresionante cascada.
Y aunque resulta casi increíble este pequeño Monasterio de Piedra en medio del pueblo, sin duda el ojito derecho de Molinos, y lo que le ha dado renombre, son sus Grutas de Cristal, en las afueras del casco urbano. El paraje donde se ubican es (o "era", que hace mucho que no me acerco por ahí) de esos que parecen bajo monte, que no hay nada, y que te dices: "Pues aquí no hace trazas de que estén". Pero sí. Pagando la entrada correspondiente, un camino te lleva hacia lo que parece ningún sitio; de pronto hay un agujero, te metes dentro y en cuanto echan alguna luz ya se te abre la boca sola: ha comenzado el descenso al centro de la tierra.
Una serie de grutas con estalactitas y estalagmitas, banderas, coladas y todo tipo de formaciones geológicas con caprichosos recorridos nos irán sorprendiendo sin parar mientras procuramos mantener la cabeza gacha y un señor bajito de voz monótona, el guía, pretende que veamos la Virgen del Pilar entre estas maravillas de la geología.
Ya véis que en Teruel tenemos de todo. Pues para terminar, Molinos también tenía que destacar por algo, y en este caso es porque fue por aquí donde se encontraron los restos fósiles humanos más antiguos de Aragón. Los primeros mañicos.
Perdido del mundo, perdido en Teruel, un poco alejado de la carretera "principal" (que ya no entra en su casco urbano), Molinos se emplaza entre barrancos, en una vertiente del río Guadalopillo. Una buena vista del conjunto la tendremos desde la parte alta del pueblo, desde la torre-campanario.
Merece la pena darse una vuelta, sin prisas (como siempre), por sus calles en tiempo calatravas, y seguir las aguas del arroyo de San Nicolás, que discurre por en medio del pueblo, hasta el puente donde su curso se interrumpe bruscamente para caer al vacío en una impresionante cascada.
Y aunque resulta casi increíble este pequeño Monasterio de Piedra en medio del pueblo, sin duda el ojito derecho de Molinos, y lo que le ha dado renombre, son sus Grutas de Cristal, en las afueras del casco urbano. El paraje donde se ubican es (o "era", que hace mucho que no me acerco por ahí) de esos que parecen bajo monte, que no hay nada, y que te dices: "Pues aquí no hace trazas de que estén". Pero sí. Pagando la entrada correspondiente, un camino te lleva hacia lo que parece ningún sitio; de pronto hay un agujero, te metes dentro y en cuanto echan alguna luz ya se te abre la boca sola: ha comenzado el descenso al centro de la tierra.
Una serie de grutas con estalactitas y estalagmitas, banderas, coladas y todo tipo de formaciones geológicas con caprichosos recorridos nos irán sorprendiendo sin parar mientras procuramos mantener la cabeza gacha y un señor bajito de voz monótona, el guía, pretende que veamos la Virgen del Pilar entre estas maravillas de la geología.
Ya véis que en Teruel tenemos de todo. Pues para terminar, Molinos también tenía que destacar por algo, y en este caso es porque fue por aquí donde se encontraron los restos fósiles humanos más antiguos de Aragón. Los primeros mañicos.
5 comentarios:
¿Y no has probado su famoso queso?
¿Queso...? Mmmmm. Voy a tener que volver.
No tienen siempre. Es casero pero de antigua fama.
Hola Alberto, acabo de descubrir tu blog buscando información sobre Valbuena, resulta que nosotros también hemos iniciado el recorrido de los pueblos de Teruel este verano, aunque como verás cuando visites nuestro blog con un planteamiento algo diferente.Un saludo, espero tu comentario.
Hola, Eusebio.
Perdón por haber tardado tanto en contestar, pero iba algo liadillo. Ya he visto tu/vuestro blog, y me parece muy interesante de cara a gente que decida aprovechar el dia para hacer rutas cortas. Efectivamente, el planteamiento vuestro es diferente pero muy interesante también. Entre todos vamos a dar a conocer este Teruel olvidado, seguro.
Un saludo.
Alberto.
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