jueves, 24 de octubre de 2013

Frías de Albarracín (Sierra de Albarracín)

De atlantes y demonios... pero también de flores y princesas
Existe un libro sobre Teruel de no muchas páginas pero todas muy interesantes; pequeño, pero enorme en contenidos; que editó Ibercaja (mal que me pese hacerles propaganda) allá por el año 93, que he leído de una sentada bastantes veces y que recomiendo a todo el mundo. Se titula "Guía mágica de la provincia de Teruel", escrito por Alberto Serrano Dolader.
El otro día me lo volvía a leer, y como paré cuenta de que había varias historias/leyendas de Frías de Albarracín, y como me consta que a todos nos gusta leerlas (y a mí escribirlas y/o reescribirlas), aquí os dejo mi adaptación de ellas, eso sí, instándoos a leer el libro de A. Serrano.

Historia 1: Mitología
Hay quien sitúa la Atlántida por estas tierras allá por los tiempos antiguos, mucho antes del diluvio, en lo que fue una gran laguna fría. El deshielo rompió la cordillera que la contenía, y las aguas se desbordaron arrastrando con ellas un gigante que sólo pudo frenarse apoyando con un fuerte golpe los pies en la roca viva.
Y ahí siguen sus huellas, para que la historia no olvide a estos habitantes del continente perdido.
Historia 2: Demonología
Algunas partes de los bosques de alrededor de Frías eran dominios del diablo, pequeños reinos de los que los más viejos contaban terribles historias junto al fuego.
Un día un pastor, quizá por despiste, penetró con su rebaño en uno de estos lugares prohibidos. Pronto se empezaron a escuchar sonidos extraños, las cabras echaron a correr en desbandada y, con ellas, el pastor, perseguido por Satán. El pastor era rápido y, al llegar a los llanos, de un salto cruzó el arroyo que hacía de frontera con las tierras del diablo, dejando al demonio plantado al otro lado (pues de todos es sabido que esta criatura no se lleva bien con el agua).
Tal fue la rabieta que pilló Satanás por habérsele escapado el pastor que todavía permanecen en la piedra huellas de las pisadas del demonio, junto a las ruinas de un viejo molino.
Historia 3: Botánica
En lugares frescos y próximos al agua podemos encontrar en Aragón el tejo, un árbol normalmente no muy grande y que guarda cierta similitud con pinos y abetos. Es un arbolillo muy bonito que, sin embargo, segrega un alcaloide llamado "taxina", cuya ingesta puede ser mortal.
Se cuenta que el tejo da una flor que sólo florece en la noche de San Juan, y es visible sólo el tiempo que dura el sonido de las doce campanadas. En Frías de Albarracín, esa noche las gentes intentaban coger "la flor del tejo", pues se creía que quien lo lograra tendría asegurada una vida fácil y placentera. Eso sí, brujas, demonios, hadas y dragones estarían protegiendo la flor, con lo que la tarea no sería fácil.
Historia 4: Leyenda
En tiempos de los moros, uno de los muchos reyes que gobernaban en la península tenía una hija de gran belleza, a la que mantenía encerrada mientras le buscaba un matrimonio ventajoso (ventajoso para él, claro). Lógicamente, harta ya, la princesa logró escapar y ocultarse tan bien que ningún enviado del reyezuelo y ningún adivino consiguió dar con ella.
Pasó mucho, muchísimo tiempo, y una hechicera con más caché que las anteriores le reveló al desolado padre que la princesa estaba bien, que le gustaba ser libre, y que habitaba el pequeño y derruido castillo de Frías de Albarracín.
El rey encolerizado quiso castigar a su hija, pero el cariño que aún le tenía se lo impidió. Y aquí fue donde intervino la salomónica hechicera: "Puesto que ha elegido libertad para ser como el ciervo o el ave, que sufra como ellos también la necesidad: que cuando se acerque a saciar su sed en la fuente que existe junto al castillo en el que habita, se retiren sus aguas".
Así ocurrió, y a la fuente la llaman "La Mentirosa" o "La Burlona", porque de ella tan pronto mana agua como, de súbito, cesa de hacerlo.
Como yo, que ceso aquí de escribir historias de Frías, pero insisto en que leáis entero el libro de Alberto Serrano, pues hay muchas historias como éstas.

1 comentario:

Ali Andes dijo...

Me encanta esta zona de Teruel, muy bonita se la recomiendo a todos