martes, 30 de abril de 2013

El Crespol, Ladruñán, La Algecira (Maestrazgo)

Where the roads have no name... y más allá
Suele contarse que para llegar a lejanos lugares fabulosos es necesario atravesar la Tierra Media, o seguir un camino de baldosas amarillas, o entrar por el cráter de un volcán supuestamente apagado. En Teruel somos más modestos; sólo hay que tener el depósito del coche lleno, toda una mañana por delante, y salirse un poco mucho de las carreteras más tansitadas.
Como la que en tiempos era el acceso a Castellote, en una era oscura en la que el actual túnel era sólo una vaga idea. Esta carretera pasaba por Dos Torres de Mercader e iba a salir a la altura del actual cruce con Jaganta (este dato lo supongo yo, así que si alguien sabe algo más, que me ilustre). Y, en algún punto de este trayecto, sale una carretera a mano derecha, pequeña pero no invisible, que remontando la margen izquierda del río Guadalope nos introduce en un mundo nuevo, de agua y de secanos, de llanos y de verdes montañas, atravesando lugares que el tiempo y las circunstancias dejaron deshabitados (que no olvidados). Pero esta desconocida senda, en tiempos conocida como TE-38, continúa más allá, a lo largo de curvas que bordean las aguas de lo que parecía una nueva construcción en el pantano, rumbo a lo desconocido.
Hasta que, al final, la carretera lanza sus últimos estertores y, tras La Algecira, acaba sus kilómetros en otros dos núcleos habitados: El Crespol y Ladruñán.
El calor comenzaba a hacerse notar en este recóndito lugar y los pocos habitantes que a estas horas encontramos ya nos avisaron que el asfalto acababa aquí, que muy pocos se aventuraban hasta estos lares y que, más allá, por donde la carretera ya no tiene ni nombre ni alquitrán, la diosa naturaleza llevaba desde tiempos inmemoriales jugando con el agua.
Y es que unas leguas más allá, en lo profundo del Teruel profundo, está el Monte del Destino, el maravilloso mundo de Oz o el centro de la tierra en forma de Puente Natural de Fonseca, un túnel natural que las aguas del Guadalope, el "río de los lobos", llevan excavando desde hace miles de años, generando un microclima húmedo que no es lo normal en esta zona, y del que muchas especies animales han hecho su particular hogar. Esta formación fue declarada Monumento Natural en el año 2006, cosa nada de extrañar pues el tipo de paisaje que en este punto concreto se da es muy peculiar dentro de la geografía de Aragón.
Finalmente, como todo viaje culminado, ya sólo quedaba el largo regreso a casa. En este caso, al estar dentro de horas razonables, a meternos en algún sitio que nos dieran de comer bien.
Y así fue.








1 comentario:

Pepe dijo...

Colecciono, sin ánimo de lucro, fotos de imágenes de Sta Bárbara y las coloco en la página www.andu.es/Barbara/index.htm

En Ladruñán, en la Plaza de la Iglesia Sta Bárbara existe una imagen de dicha santa.
Desearía, si fuese posible, tener una foto digital de la misma, que colocaría en la página web, así mismo iría el nombre de la persona o institución que me las proporcionó.

Esa es mi petición, ruego si es posible, me la envíen a la dirección joanenri@gmail.com

Atentamente
José Enríquez

joanenri@gmail.com

Las Palmas 16-XII-13